Probablemente
mienta
si
digo que el olor a lluvia
ya
no me recuerda a ti,
que
paso sin inmutarme
por
aquellas calles
del
centro de Madrid,
esas
que pisé contigo
y
con ningún otro.
No
pienso
en
nuestro redescubrimiento
en
Retiro,
y
mucho menos
en
tus fotos del atardecer
desde
la azotea de mi casa,
ni
en los besos
de
después
de
ver el cielo arder
en
el azul de tus ojos.
Probablemente
mienta,
y
me leas
y
te rías.
Probablemente
llegues,
abras
la puerta,
te
acerques
y
me beses.
Probablemente
me agarres
y
me digas
que
ni de coña,
que
no vas a ser recuerdo,
y
mucho menos mentira,
que
nos queda por redescubrir
todo
un mundo
pero
que hoy,
empezamos
por nuestro salón.